Ya que toque el tema de la homofobia, he pensado hablar un poco más de ello. En su día me costó entender como un chico o chica gay puede
ser homófobo e ir en contra de su condición sexual. Ya sea insultando a otros,
apoyando ideas que van contra nosotros, y haciendo hincapié en la
diferencia y/o inferioridad que se nos atribuye a los homosexuales.
Pero, como en la vida hay que ser tolerante y respetuoso con
todas las opiniones, tanto como si las compartes o no. Te das cuenta que en el
mundo hay muchas situaciones, y que no todas las personas lo tienen tan fácil
como tu para pregonar su orientación sexual.
Yo, personalmente, no digo que mi vida, como gay, haya sido
un camino de rosas. Pero sé, que en comparación a mi situación, las hay
muchísimo peores.
Con este tema podría alargarme mogollón, hablando de
culturas que no aceptan la homosexualidad, y que la penalizan incluso con la
muerte.
Pero querría hablar de esa gente que por su religión,
cultura o costumbres, llega a odiarse a sí mismo.
Ha habido casos en los que la gente se ha odiado tanto a sí
mismo que ha acabado por quitarse la vida. Me parece tan triste que una persona
pueda sentirse así.
Sentir repugnancia hacia lo que eres, hacia lo que sientes.
Sentirte culpable por tener atracción por las personas de tu mismo sexo. Por no
cumplir con los cánones que la sociedad ha impuesto. No la sociedad
en su conjunto, si no la pequeña sociedad por la que estas rodeado, tu familia,
amigos, colegio, etc.
No hay comentarios:
Publicar un comentario