El otro día visité un sexshop en Bilbao. Está a 10 minutos de
mi casa.
Me dio un poco de vergüenza entrar solo, siempre es mejor ir con alguien para opinar, reírte, avergonzarte,etc.
Entré con cara de “Yo controlo” y me puse en la cola, es
decir en la fila, por si se dan confusiones jajajajja
Había unos cuantos señores trajeados paseándose por allí como
si estuviesen comprando el periódico, con cara de “yo no tengo nada que ver con
toda la perversión que me rodea, simplemente pasaba por aquí”.
Empezé a observar los artilugios por encima mientras esperaba tranquilamente. Había una pareja eligiendo una película porno y hablando algo
de aspiradoras. No entiendo cuál era su objetivo, las aspiradoras me
descolocaron. Aunque lo que me pareció raro en realidad no era la conversación
sobre aspiradoras, sino que hoy en día haya gente que compre películas porno…
Bueno siguiendo con el tema, la fila iba haciéndose cada vez más corta, un hombre que compraba unas bolas chinas, una mujer comprándose un
traje de policía putilla, etc.
Me di cuenta de que el dependiente envolvía los productos en
papel de regalo. Yo pensé que las bolas chinas serían un regalo; pero no.
Envolvía todos los productos para que no se viesen y luego los metía en una
bolsita medio transparente. Muy “kuki” todo.
Después también observe que el establecimiento tenía dos puertas. Una de entrada y una de salida con barras de supermercado a cada lado
para asegurarse de que nadie robaba nada.
Había una dependienta, entrada en años, que recogía y colocaba los productos con una sonrisa de oreja a oreja. El dependiente, con pinta de locaza, depositaba las bolsas en otra esquina y tras pasar las barras
de seguridad cogías tu bolsa y te ibas.
Y así finalice mi preciosa estancia en aquella tienda
erótica.
¿Habéis ido alguna vez a una tienda de ese tipo? ¿Qué pasó?
¡Contadme!
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